viernes, 21 de agosto de 2009

EL REENCUENTRO DE NUESTROS HIJOS

Esta entrada la escribimos el miércoles, el día que recogimos a Hugo y a Thelma, pero hasta ahora no la habíamos podido publicar.

¡Hola a todos! Hoy ha sido un día de locos, pero también uno de los más felices de nuestras vidas. Por la mañana hemos ido al pueblo de nuestros niños a recoger las partidas de nacimiento, después al notario y a hacer todas las diligencias necesarias para sacar a los niños de los orfanatos, hemos vuelto a Zaporizhzhya sobre las tres de la tarde y hemos ido a comprar zumos, galletas y golosinas para los grupos de nuestros niños y regalitos para las cuidadoras.

Primero hemos ido a buscar a Hugo, le hemos cambiado de ropa ¡parecía otro, que guapo estaba!, luego hemos ido con él a su orfanato, pues estaba en la escuela de verano y el pobre estaba muerto de miedo por si lo dejábamos allí; la directora nos ha dado la enhorabuena, estaba muy emocionada y le ha regalado un peluche, él en el coche iba alucinado, le faltaban ojos para mirarlo todo, nosotros sin creernos aún que ya lo teníamos para siempre.

Después hemos ido al orfanato de Thelma, íbamos preparados para llevárnosla llorando pues ella estaba allí muy feliz y al ser más pequeña pensamos que entiende menos lo de llevárnosla. Hemos subido a su grupo con Hugo, las cuidadoras han alucinado al verle, se han puesto contentísimas de ver que nos llevábamos a los dos; aunque contentas se han puesto cuando han visto que les llevábamos el regalo que les prometimos al llegar, el aire acondicionado para el grupo, no sabían como expresar su agradecimiento, saltaban de alegría, entonces ha salido Thelma, le han explicado que Hugo era su hermano y se han abrazado y besado, ha sido un momento maravilloso, luego la hemos vestido, nos han dejado hacer fotos y vídeo de la sala donde comen y juegan, del dormitorio y de todos los compañeros de ella que estaban en ese momento en los orinales, nunca olvidaremos a esos niños, todos los días nos decían papá y mamá, les acariciábamos la cara, les dábamos besos y sus sonrisas de agradecimiento permanecerán en nuestras mentes siempre: la rubita cariñosa, el mulatito, la enanita su sonrisa nos derretía, otro más alto que me decía mamá con más cariño casi que mi propia hija, el que estaba malito, Maxi la mejor amiga de Thelma, la morenita, así hasta dieciséis angelitos, no sabemos sus nombres pero sus caras vivirán para siempre con nosotros, hoy al verlos por última vez me he emocionado y he pedido que tengan una vida feliz. Por último nos hemos hecho fotos con las cuidadoras que estaban hoy y les hemos dado millones de gracias por cuidar de nuestra hija, Hugo y Thelma se han cogido de la mano y han bajado las escaleras delante nuestro, allí mismo ha sido nuestra primera foto juntos, la familia se ha completado al fin.

Hemos llegado al apartamento y ha sido la revolución, Thelma corría de un lado a otro, les hemos dado sus regalos de bienvenida para que se entretuvieran, pero las novedades eran tantas que no daban a basto, nuestro facilitador ha subido con nosotros y les ha explicado donde iban a dormir, donde estaba el baño, ellos muy nerviosos, nosotros también, hemos sudado la gota gorda con ellos, no paraban quietos. El baño ha sido otra odisea, a Hugo no había forma de meterlo en la ducha y Thelma que la habían bañado en el grupo ha empezado a quitarse la ropa para que la ducháramos, al final los dos juntos dentro, uno llorando y la otra partiéndose de risa.

La hora de dormir ha sido otra batalla, los hemos metido a los dos juntos en la cama, hemos salido y a los dos minutos estaban llorando y llamándonos a gritos, hemos entrado y ya se bajaban de la cama, me he acostado yo con ellos y Thelma se ha dormido enseguida, Hugo no hay manera de que se duerma, lo ha intentado Toni y tampoco, en este momento está en el sofá jugando con una “machine”, así que la pregunta es : ¿dormiremos hoy?, mañana os contamos.

Besos y abrazos para todos.